La autoestima
es el amor y aprecio que tenemos por nosotros mismos. Cada nueva experiencia,
cada éxito o fracaso y todas las cosas que hacemos van formando y cambiando la
imagen que tenemos sobre nosotros mismos.
Mientras una persona se desarrolla está formando su autoconcepto
y empezará a comparar cómo se percibe y
cómo le gustaría percibirse. La adolescencia es una etapa especialmente
vulnerable y por ello, será importante devolverle información positiva y realista
acerca de cómo le vemos los demás. Esto le ayudará a conformarse un
autoconcepto realista y una sana autoestima.
El AUTOCONCEPTO: cómo yo me percibo. En gran medida se
construye con los mensajes que los demás me transmiten sobre mí mismo.
La AUTOESTIMA: cuanto más diste el modo en que me percibo de
cómo me gustaría o creo que debería ser, más bajo será mi nivel de autoestima.
Como padres podemos llevar a cabo una serie de
estrategias para fomentar de manera positiva la autoestima y el autoconcepto de
nuestros hijos:
• Evalúa de forma real a tu hijo
•
No compares
a tu hijo con los demás (él tiene que sentir que para ti es único y que cuenta con
tu amor incondicional)
•
Premia los
logros de tu hijo (no hace falta tirar la casa por la ventana, un detalle, algo
que les guste para cenar es suficiente)
•
Premia los
esfuerzos que tu hijo realice, no solo los logros (mas
importante que los logros es el esfuerzo que realiza para conseguirlos)
•
Colabora
con tu hijo para que se fije metas alcanzables (si
nuestro hijo no es flexible nunca será bailarín pero si puede que sea un buen
jugador de baloncesto)
•
Presta
atención a lo que tu hijo te dice (para ellos es muy importante que les
prestemos atención cuando nos hablan, aunque lo que nos vayan a contar no sea
para nosotros nada importante)
•
Háblale a tu
hijo de forma adecuada (nosotros somos el espejo en el que ellos se miran)
•
Cuando
corrijas a tu hijo critica el acto, no al niño (por
ejemplo cuando hagan algo negativo tenemos que decirle que eso no se hace y
explicarle porque no decirle “eres malo”)
•
Castiga a tu
hijo de forma adecuada (el castigo ha de ser proporcional a la acción que tenemos
que castigar y ha de ser firme. Hemos de poner castigos que seamos capaces de
cumplir y cumplirlos)
•
Dale a tu hijo
responsabilidades (comprar el pan, hacer su cama, poner la mesa,
responsabilidades acordes con su edad y su madurez que le ayudaran a fomentar
su autoestima)
•
Hazle saber a su hijo que le quieres (el debe saber y no olvidar nunca que nuestro amor es incondicional, que
siempre le vamos a querer pase lo que pase)
El niño con
baja autoestima en el aula puede hacer que su rendimiento sea inferior al que quería.Ante tareas que le
resultan difíciles, prefiere no enfrentarse y
dice: “no lo quiero hacer porque
me cuesta y no me saldrá bien. Lo haré más tarde,
ahora no puedo. Esto es una tontería de niños pequeños así que no lo haré”.
Y no olvidemos vigilar nuestra autoestima ya que nuestra
autoestima está sana conseguiremos transmitir a nuestro hijos un modelo
positivo en el que fijarse.
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